Tanto en la educación presencial como en la educación a distancia la actividad y comunicación son elementos “sensibles” para el aprendizaje. La construcción social del conocimiento como teoría y el aprendizaje cooperativo como metodología requieren de un método que paute el diseño de secuencias de aprendizaje en el desarrollo de la lección.
El método ELI ampliamente validado en varios países y tipos de instituciones educativas, propone a partir de la teoría y la metodología antes mencionadas la necesidad de cumplir siete funciones didácticas (momentos de una lección) para garantizar la comprensión y hacer posible la educación integral de la generación del milenio, la Generación Net.
Estudios experimentales han demostrado el impacto del método más allá del procesamiento de la información y el aprendizaje por comprensión de un tema, en el desarrollo de la inteligencia, la creatividad y el talento de los escolares, así como en la “adquisición” de creencias, convicciones, actitudes y valores.